Las Nuevas Propuestas Sexuales Que Surgen Por La Cuarentena

Las nuevas propuestas sexuales que surgen por la cuarentena

Siguiendo los pasos de empresas y servicios que tanto ofrecen ocio como relaciones sociales, el sector erótico debe servirse del mejor aliado de la fluidez que impera en estos momentos: Internet. Con especial interés en servicios como las escorts, cuya labor precisa del contacto físico que, por ahora, es prácticamente imposible mantener a causa de las restricciones por cuarentena. 

El placer siempre halla un camino

Para quienes quieren seguir disfrutando del sexo sin compromiso, el confinamiento al que ha empujado la expansión del Covid-19 se ha convertido en el más horripilante de los cinturones de castidad. El miedo social al contagio, unido a la obligación ciudadana de tomar las debidas medidas de precaución y evitando, por ello, concurrir lugares públicos e impidiendo estar junto a personas fuera del ámbito doméstico, parece a ver puesto fin al elixir carnal. Sin embargo, y pese a las complejas consecuencias del coronavirus en el sector erótico, el placer siempre halla un camino.

Aunque, generalmente, el súmmum del gozo sexual precise del contacto de la carne para encender su magia, el sector del sexo precisa ahora incorporar a su, ya de por sí, vasto abanico de propuestas otra perspectiva. Especialmente por cuanto se refiere a las escorts, cuyos servicios, ofrecidos mediante agencias como la barcelonesa www.leprivee.es con gran discreción, profesionalidad y rigor de adaptación a cada cliente, exigen a priori de un encuentro físico para llevarse a cabo. Y una de las mejores bazas para satisfacer el deseo sexual en esta situación pandémica se encuentra en manos de Internet. 

Alternativas al plano físico: La ubicuidad erógena

A grandes rasgos, la profesión de una escort consiste en servir de acompañante a un cliente en distintos eventos, tanto individuales como colectivos, añadiendo a ello la presumible contemplación de mantener relaciones sexuales. Echando mano de la sofisticación, la soltura conversacional y la impecabilidad, el objetivo de su trabajo radica en satisfacer profesionalmente y de forma personalizada las necesidades del cliente que contrata sus servicios. Con ello, generando incluso una experiencia más allá del servicio sexual tradicional y otorgando, además, un plus de seguridad y de autoestima con el que afrontar mejor las relaciones personales.

Dado que disfrutar de la compañía de una escort no es actualmente posible, dada la cuarentena, las posibilidades de Internet, que tanto han contribuido positivamente para recuperar el movimiento económico y social en todo tipo de actividades, son la mejor apuesta. Con el propósito de trascender la impersonalidad de la fotografía y la cinematografía erótica que abunda en la red, los chats y las videollamadas son una buena alternativa para emular una interacción directa con otra persona. Mejor aún, y a diferencia de las sex cams tradicionales, admitiendo un trato más exquisito con el que prácticamente parecería compartir espacio con la persona tras la pantalla.

En la misma línea, marcada por la distancia física, el sexo telefónico es un importante aliado del estímulo carnal, siendo las vibraciones que penetran cálidamente en el oído uno de los más notorios motores erógenos. A través de la voz de una escort, ideando su presencia y su figura dejando poco trabajo a la imaginación para proyectar una visión casi real de lo escuchado. E incluso mejor aún, estrechando una previa a la relación sexualque caliente el apetito y comience a labrar terreno para un futuro encuentro lejos ya del acecho del Covid-19. Y de este modo, haciendo muchísimo más llevadero el pesado e incómodo yugo de la cuarentena.

Un poco más allá

Pese a la mención de la telefonía y la videollamada, como claros ejemplos para un contacto erótico a prueba de epidemias, existen alternativas más ingeniosas y complejas para mantener el curso del sector. Tomando el casi inagotable manual del fetichismo como ideario, una posibilidad para estrechar el contacto aunque se imponga la distancia es la mensajería postal. En ese sentido, un cliente podría recibir en su domicilio prendas íntimas de la escort contratada. Un método sencillo y eficaz con el que transmitir aquellos matices sensoriales, como el olor y el tacto, que el contacto virtual jamás posibilita.

En un ejemplo más natural, existiría la opción de llevar a cabo un seguimiento de un día entre escort y cliente. Es decir, una repartición de las tomas de contacto en un día, vía telefónica o por videollamada, mediante la que prolongar la agradable sensación de gozar de la compañía de una escort. Pudiendo añadir a ello, y dada la fase de desescalada que prevé cierta aglomeración, pero a dos metros de distancia entre individuos, organizar un pequeño encuentro físico con el dar rienda suelta a la conversación y conocerse mutuamente y pese a las circunstancias.

Con todo ello, y ya en vistas del fin de la cuarentena, cabe mencionar que el servicio de las escorts destaca y se diferencia de los servicios sexuales tradicionales por su regularización y máxima higiene. Algo vital, teniendo en cuenta las necesidades que la presencia de un virus mortal preestablecerá para la futura reinserción del individuo en la sociedad. Y con el gran surtido de acompañantes que ofrecen sus servicios a muchos niveles, y de muchas variedades, como ofrece Le Privée, no está de más tomarse este tiempo para buscar y dar con la escort ideal para realizar tus sueños. No olvides compartir nuestro blog de acholove si te ha gustado el artículo.